¡Ay, pobrecita, ya no puede con los cachos!
A esta presentadora de TV que está bien "buenona" le está dando queme el pejelagarto que tiene por marido. Sí, porque no es ni guapo para lo que se cree. Dicen que la "curva al poder" está harta de que su "negrito ojos claros" ande repartiendo su "hot dog de a cuara" a diestra y siniestra. Sí, él tiene cara de yo no fui, se la tira de buen marido y padre abnegado, pero en realidad es un animal rastrero, rata de dos patas que la ha quemado con lo que se le atraviesa por en frente. ¡Ya hay ultimátum y todo... pronto vienen los comunicados!
